Crítica en 200 palabras (o casi): El show de Truman (1998)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
El show de Truman (The Truman Show) (Peter Weir, 1998): Truman no sabe que toda su vida trascurre en un enorme plató y que se relaciona cada día con actores y figurantes, entre ellos su mujer y su mejor amigo, hasta que varios incidentes le hacen comenzar a sospechar. Esta premisa lleva al límite de lo verosímil la moda de los realty-shows iniciada entonces y todavía hoy existente, pero su fuerza no se debe a que nos hable de un programa de televisión, sino de la jaula en la que todos vivimos encerrados sin darnos cuenta y, por tanto, sin rebelarnos. Es ese mensaje filosófico tan vigente hoy y su atractiva plasmación visual lo que todavía nos seduce de una película que, al fin y al cabo, se podría encuadrar en el entretenido subgénero de las fugas carcelarias. El elemento que sigue desequilibrando el conjunto se encuentra en Jim Carrey y su interpretación de Truman como un papanatas hipergesticulante que nos saca de quicio casi todo el tiempo. En contraste, tenemos a un solemne Ed Harris como el repelente director del programa que ejerce de dios padre del protagonista. Los efectos visuales se han quedado bastante viejos, pero no es lo más importante de una cinta que creemos será imperecedera.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


