Crítica en 200 palabras (o casi): The Terror of Tiny Town (1938)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
The Terror of Tiny Town (Sam Newfield, 1938): Este es un buen ejemplo de que una película no es mejor porque contenga algún elemento muy singular en su realización. El caso es que este wéstern se rodó con un reparto completamente formado por actores enanos, no sabemos bien con qué intención. Ciertamente, es extraño verlos desenvolverse en un mundo solo adaptado a ellos en parte, ya que cabalgan en ponis, por ejemplo, pero en cambio los escenarios les vienen ridículamente grandes seguramente porque era muy costoso reducirlos para una producción tan barata como esta. Seguramente se pretendía lograr alguna comicidad con ese contraste, y así parece apuntarlo el prólogo de presentación cuando uno de los actores principales insiste en que es una película seria, pero la realidad es que no se le ve la gracia por ninguna parte. Quizás sea porque la sensibilidad actual es muy diferente, pero lo que está claro es que el guion no ayuda en nada porque parece querer infantilizar a sus personajes. La historia es de una simpleza alarmante protagonizada por un villano que logra enfrentar a dos ganadores para hacerse con sus reses hasta que le descubren, mientras que el hijo de uno y la sobrina del otro inician el previsible idilio.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)
Cinema Nostrum 