Crítica en 200 palabras (o casi): Siete torres (1940)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Siete torres (The House of the Seven Gables) (Joe May, 1940): No solo de películas de monstruos vivió Universal durante los años treinta. Siempre con bajos presupuestos, también probó las adaptaciones literarias de prestigio, como esta cinta basada en The House of the Seven Gables (1851), de Nathaniel Hawthorne. Sin embargo, su atmósfera gótica no es muy diferente a aquellas, con una casa supuestamente maldita habitada por una familia mal avenida como principal escenario. El cuidadoso trabajo en estudio y su bonita fotografía con algunos toques expresionistas consiguen sacar el máximo partido a su escaso presupuesto. Para bien o para mal, es una película de estudio en la que su director se limita a expresar en imágenes con la mejor caligrafía posible un guion sin genialidades, pero muy correcto. Es un trabajo muy profesional como producto, pero sin verdadera pasión. Solamente surge algún momento de emoción gracias a la interpretación de Margaret Lindsay, cuyo personaje se mantiene amargamente soltera durante décadas esperando la salida de la cárcel de su prometido, interpretado por un novato Vincent Price que ya preludiaba los atormentados personajes que interpretará en el futuro. Por su parte, George Sanders nos encanta de nuevo en otro de sus roles de villano elegante a pesar de su simpleza psicológica.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


