Crítica en 200 palabras (o casi): Atracción diabólica (1988)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Atracción diabólica (Monkey Shines) (George A. Romero, 1988): Con esta película Romero pudo trabajar por primera vez con un gran estudio como era Orion en aquella época, pero el proyecto elegido fue bastante modesto. Ni contó con estrellas en el reparto ni se desarrolló en escenarios espectaculares, sino todo lo contrario. La mediocridad de algunos intérpretes, principalmente su protagonista Jason Beghe, y su plana realización en unos pocos escenarios le dan un triste aspecto de producción televisiva. Su argumento, por otro lado, no es demasiado interesante, además de retorcido. Un joven se queda tetrapléjico y un amigo científico le regala un mono amaestrado para que lo ayude. Su inteligencia es potenciada con un suero que, como suele suceder en estos casos, tiene un inesperado efecto secundario: lee los deseos de su amo y los hace realidad aunque consistan en matar a quien odia. Pretende ser una reflexión sobre los instintos animales reprimidos por el hombre, pero todo es demasiado tonto como para que nos lo tomemos en serio. Sin duda, el mono es de lo mejor por su conseguido comportamiento. Y también cabe destacar una de las mejores escenas de sexo nunca vistas, pese a su brevedad, entre el tetrapléjico y su cuidadora.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


