Crítica en 200 palabras (o casi): Tiburón 3-D (1983)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Tiburón 3-D (Jaws 3-D) (Joe Alves, 1983): Ya en la segunda secuela de Tiburón (Steven Spielberg, 1975) llegamos al terreno de los subproductos, al menos por su apariencia final, ya que no por su gran presupuesto. La dirige el diseñador de producción de las dos entregas anteriores, pero se ve que no le dieron los medios suficientes a juzgar por lo cutre que resulta todo, incluido el propio tiburón mecanizado. No hay que ser muy listo para saber que era más efectivo mostrar poco que verlo completamente, pero suponemos que pensaron que eso quería el público. El argumento es otra versión del esquema empresario codicioso contra héroes responsables, pero ambientado en un parque de atracciones marinas que nos lleva al terreno de las películas de catástrofes. Dos de los personajes son los hijos de Brody, el protagonista de las otras dos cintas, pero eso no importa nada. También tenemos a un cazador experto que se sacrifica por capturar al bicho, como el Quint de la película original, y a una bióloga marina que tampoco aporta demasiado. De un guion nefasto poco se puede extraer, pero si además se supedita la puesta en escena a la exhibición en tres dimensiones el desastre está asegurado.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


