Crítica en 200 palabras (o casi): Brazil (1985)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
Brazil (Terry Gilliam, 1985): El abusivo poder del Estado para controlar a sus ciudadanos ha sido denunciado en muchas distopías futuristas literarias y cinematográficas inspiradas en regímenes totalitarios bien reales. En la suya, Gilliam no se detiene en describir el sistema político en el que viven sus personajes, ni la ideología de los terroristas que atentan contra él, sino que se limita a describir una ciudad futurista semejante a Metrópolis (Fritz Lang, 1927) y poblada por ciudadanos entregados al consumismo o a la pobreza, pero todos sometidos al control implacable y burocratizado del Estado. El protagonista encontrará las fuerzas para rebelarse en el amor, o más bien en su obsesión por una joven que se la aparece en sueños, y vivirá una aventura tan kafkiana como peligrosa que fascinará a muchos espectadores de principio a fin. No digo a todos porque la película será para algunos demasiado desmesurada, desquiciada y frenética, apelativos que pueden ser tanto positivos como negativos según la sensibilidad del público. Nosotros disfrutamos con este despliegue de escenarios opresivos, artilugios inverosímiles y personajes estrambóticos cuyo doble final deja un sabor tan amargo como la esperable derrota del subversivo. Sin duda, una de las obras más conseguidas de su autor.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


