Crítica en 200 palabras (o casi): Indiana Jones y la última cruzada (1989)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Indiana Jones y la última cruzada (Indiana Jones and the Last Crusade) (Steven Spielberg, 1989): La tercera aventura de Indiana Jones recupera a los nazis como villanos, siempre tan vistosos estéticamente y tan patanes en la imaginación de los guionistas, para competir con el famoso arqueólogo por conseguir el Santo Grial, nada menos. La fórmula aventurero-fantástica vuelve a funcionar bastante bien siempre que no nos plateemos gran cantidad de inverosimilitudes, es decir, siempre que la veamos como niños que se dejan arrastrar inocentemente por su ritmo trepidante y sus sencillas sorpresas narrativas. Además, en un vano intento de dar mayor profundidad psicológica al protagonista, se nos cuenta cómo era de joven y, lo más importante, su difícil relación con su padre, interpretado por un Sean Connery que deja en evidencia las limitaciones interpretativas de Harrison Ford a pesar de su probado carisma. Todos los temas que aparecen –la arqueología, la religión, la política, la amistad, la paternidad, el amor– son tratados de la manera más superficial posible porque todo está supeditado a la concatenación de muchas escenas de acción cada pocos minutos. Estas no son tan brillantes como en la anterior entrega, no nos asombran tanto, pero la función queda compensada con una emotividad de la que carecía la saga hasta ese momento.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


